Guardia del palo
El desaparecido cuerpo de Guardias rurales, también conocidos como guardias del palo existió hasta principios de los años setenta del pasado siglo.
Mi vecino Juanito Pérez, que en paz descanse, conocido por nosotros como «Juanito el Guardián», se dedicaba a estas labores.
Desde que se trasladó a vivir a Majadilla, allá por 1964, ya tenía una manifiesta cojera. Yo siempre pensé que era por alguna herida relacionada con un accidente en acto de servicio. Pero según me contó, este defecto era debido a una fractura que tuvo tras un resbalón con una pipa de aceituna en la tienda que regentaba.
Esta confidencia, que inicialmente provocó en mí una pequeña decepción, en realidad consiguió humanizar la figura de este cuerpo, que al fin y al cabo tenía una función represiva en los difíciles años de la posguerra y que aun perduraba en la memoria colectiva.