Senryus inspirados en cuadros de Antonio Padrón
La maldición,
corazón ardiente, en
cuerpo infecundo.
La sardinera
las pregona fresquitas
al mediodía.
Guadaña que
Cortas racimos y
doblas espaldas.
Reza impotente en
vigilia interminable
por el enfermo.
Alzan la tierra
en objetos de vida,
las alfareras.
Lo agasaja entre
encallecidas manos
de campesina.
Aquella vieja
tienda aceite y vinagre
de nuestra infancia.
Días de compras
saturados de olores
en la recova.
Juntas tejían
en el zaguán de su
tarde otoñal.
Busca un resquicio
en su incierto futuro
en este mundo.
Lluvia, aliento
purificador, del
campo alimento.
las ya olvidadas
gavillas de cañas
del tomatal.
Atardecer,
otea su ganado,
canta el canario.
Cada día buscan
agua del pilar y leña
para el hogar.
Pescador, piel
envejecida, y ojos
encandilados.
Lloraba el niño
y al esconderse el sol,
lo santiguó.
Cueva ancestral,
el palacio de nuestros
antepasados.
Su nieta siempre
va con ella a pagar
esa promesa.
Disfruta en la
majada cuando cuida
sus animales.
Tuneras que
cercas mi huerta y
disuade intrusos.
Tras el cristal,
metamorfosis de
niña a mujer.
La campesina
trastea, mientras el
pastor sestea.
Baile de taifas,
llora la madre al hijo
acuchillado.
Jarea y gofio,
Básico en el pasado,
caprichos de hoy.
Desbroza el grano
al calor del brasero,
la campesina.
Por su ventana
oteaba la plaza
mientras pintaba.
Amonestada,
pide la bendición
para casarse.
De fiesta en fiesta
dormitaba en su banco
la turronera.
Días de lluvia.
El barco de papel
flota en el charco.
Monumental
observatorio del
Cantón de Agáldar.
Granada bolsa
corona de semillas
color rubí.
¿Hojas o plumas?
Aves del paraíso.
Las estrelicias.
Tarde de pesca,
asando las sardinas
junto a la mar.
Flor de mundo.
Mundo interior de
la bella hortensia.
En la cueva,
curado con primor,
el queso flor.
Canta el canario,
mientras riega las flores
del verde patio.
Junto a la iglesia,
guerra de bombas del
árbol botella.
Las azoteas
de mi pueblo, paisajes
en la memoria.
Su barco partió.
Testigo de su amor,
la caracola.
La molinera.
Transforma granos en
polvo de vida.
Santiguadoras,
una sabiduría
muy popular.
La noble lucha,
lidiada sin violencia,
con pundonor.