Incidente diplomático
James recibió un telegrama de palacio. Tras leerlo subió a lo alto del Big Ben, de donde saltó al esquí de un helicóptero de la armada británica. Al cabo de unas horas ese mismo aparato estaba suspendido en medio del Atlántico al suroeste de la isla de El Hierro. De esa aeronave saltó al vacío un hombre equipado con una escafandra, hundiéndose rápidamente en las oscuras aguas.
El buzo era miembro de la inteligencia británica, y su misión: reclamar para la corona —antes de abandonar definitivamente la Unión Europea— la nueva isla, emergida tras los movimientos telúricos que se han registrado en la zona. Al parecer, científicos británicos han descubierto que esta isla es el mayor yacimiento de teluro, un mineral estratégico para el desarrollo de la energía solar.
Para los canarios este acto fue considerado como una injerencia de un gobierno intruso en aguas territoriales comunitarias. Este incidente diplomático ha provocado que el presidente del cabildo de El Hierro solicite la abdicación de su graciosa majestad. Seguiremos informando.
Incidente diplomático - (c) - Rito Santiago Moreno Rodríguez