Mi primera indiscreción
Soy el menor de siete hermanos y con seis años menos que mi antecesora. Quizás por ese motivo mi padre decidió dedicarme algo más de tiempo y empezó a llevar a su machillo con él en sus salidas.
Una vez me llevó de visita a la gañanía de «Mestro» Pancho Molina. Este alpende estaba al inicio de la calle, justamente detrás de la tienda y cantina de Francisquito Tovar.
Aquí fue donde por primera vez vi varias vacas juntas: Como se les daba de comer, como las ordeñaban, y como estaban identificadas con sus pendientes amarillos.
Esta visita tuvo que causar en mí una honda impresión, ya que, según contaba mi madre, meses más tarde, cuando comencé a hablar, le relaté con pelos y señales todo lo acontecido.
Mi madre, medio en broma medio en serio, se lamentaba de que a partir de ese momento mi padre no volviese a llevarme con él.
Mi primera indiscreción - © - Rito Santiago Moreno Rodríguez