Mis recuerdos del 23 F
Esa tarde estaba en la calle con el resto de la pollería. Uno de los chicos se había comprado su primer coche, un mini gris que aunque era algo viejo, él lo trataba como a una verdadera joya. Precisamente esa tarde, tal vez como todas esas tardes, estaba alrededor del coche oyendo música y pasándole la gamuza.
Esos primeros días había dado mucha rueda y como el indicador del combustible estaba averiado, no sabía cuanta gasolina le quedaba. Entonces, dado a improvisar, buscó una tirilla de madera y la introdujo en el depósito para que se impregnara del combustible, y así poder medir el nivel. Al extraerla, bien porque ya estaba oscureciendo o bien porque esta tenía un color oscuro, no pudo distinguir con claridad la marca. En ese momento al compañero, que no le faltaban recursos, se le ocurrió “la feliz idea” de acercarle el mechero y prenderle fuego, pensando que ardería sólo hasta el nivel de gasolina; pero nada más lejos de la realidad, la tirilla se incendió por completo. Yo creo que el fuego llegó a chamuscarle las cejas. Asustado lanzó el trozo de madera que fue a parar sobre el techo del coche y luego cayó al suelo, deslizándose precisamente por delante de la entrada del depósito de gasolina, que aún estaba destapado. Por un instante se mascó la tragedia.
Pasado el susto, nos dimos cuenta que la emisora de radio dejó de transmitir. Intentó sintonizarla pero sólo logró encontrar radio nacional donde sonaban marchas militares. Entonces sintonizó una emisora portuguesa que emitía desde la isla de Madeira con mucho ruido; Sin embargo pudimos oír que en España se había producido un golpe de estado y que el parlamento había sido tomado por la guardia civil.
Mis recuerdos del 23 F - © - Rito Santiago Moreno Rodríguez