Un Tsunami en Gáldar
Era un lunes de enero de 1979, lo recuerdo porque el cumpleaños de mi madre había sido en esos días, y era el último año en la escuela. El incidente se produjo a primera hora, antes de abrirse los colegios.
La enorme mareta, que estaba entre la cuarta del agua, el instituto y la calle de bajada de la montaña, donde hoy está la parada de taxis, se había reventado. El agua encontró salida calle abajo en dirección a la gasolinera Texaco.
En la misma estaba repostando combustible Dominguito Chinéa, que al impresionarse con la avalancha que se acercaba, tuvo un paro cardiaco, falleciendo en el acto.
Don Francisco Bolaños, nuestro profesor de Artes (música, dibujo y trabajos manuales) fue uno de los vecinos que vieron afectadas sus viviendas por la fuerza del torrente.
Al día siguiente nos contó, que un trozo de pared del estanque golpeó un tabique de su casa y abrió un enorme agujero, por donde entró el agua, que anegó totalmente el sótano. Contaba que dentro de lo malo, él no era de los más afectados. Su casa estaba aún en construcción y no vivía en ella todavía. Por otra parte, los daños no afectaron a la estructura. La teoría de Don Francisco era, que debido a la limpieza de los solares por el promotor y urbanizador de la parcela, se había descalzado la pared sur del estanque debilitándola. Cuando llegó el invierno hubo abundancia de lluvias. Los propietarios de la mareta, que llevaba tiempo vacía, decidieron llenarla con el excedente, aprovechando la bajada del precio. El peso del agua hizo el resto.
Luego, en el recreo nos lo confirmó Juan Bosco Santana, su hermano Conrado era uno de los albañiles de la obra.
En esta ocasión la gasolinera se volvió a salvar de la tragedia. Años atrás se había iniciado un incendio en la misma. Pero gracias a la pericia de uno de sus empleados, que echó a rodar el bidón incendiado calle abajo los daños no fueron mayores.
Fotos: Gasolinera y Cuarta del agua.
Un Tsunami en Gáldar - © - Rito Santiago Moreno Rodríguez